El mes pasado desde Gure Platera, Gure Aukera (GPGA) compartimos nuestro análisis sobre la actual situación de los comedores escolares en las escuelas públicas de la CAPV. Estos últimos días las graves irregularidades que se están dando por parte de las empresas de cáterin están agitando el enfado entre las comunidades escolares.
Las familias de la Ikastola Langile de Hernani se concentraron para denunciar su malestar por la deficiente calidad del menú escolar que sirven a sus hijos e hijas. Tras un par de semanas con varios capítulos preocupantes, la gota que colmó el vaso llegó el pasado viernes, día en el que tuvieron que retirar las alubias porque estaban en mal estado y un niño encontró un gusano en el pescado. Las familias decidieron además encargarse de hacer que sus hijos e hijas reciban alimentos «decentes y sanos» llevados desde casa.
Tras lo ocurrido el viernes en Hernani, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, ha dado orden de abrir un expediente de resolución de contrato con la empresa Serunion y, según la Cadena Ser, ha solicitado que se estudie si hay posibilidades jurídicas de rescindir el contrato con la empresa, que tiene ya un expediente sancionador abierto por parte del Gobierno vasco después de que el pasado 22 de septiembre entregara comida con larvas en el comedor de Ikasbidea.
EHIGE, que forma parte de GPGA, ha destacado en declaraciones hechas en el programa En Jake (1:09:00) que «las familias pagamos, pero no podemos decidir. Estamos haciendo un seguimiento y control de las empresas. Solo un 25% de centros públicos tienen cocina in situ. Hay que dar una vuelta a esto».
Es por ello por lo que nos reafirmarnos en que el problema en los comedores no es algo puntual sino estructural, es necesario un cambio de modelo de gestión, que debe de pasar por un proceso de descentralización, dando capacidad de decisión a las comunidades escolares.
¡La alimentación y la salud de nuestras hijas e hijos no es un juego!