Desde Gure platera, gure aukera hemos tenido la oportunidad de dar nuestra opinión sobre la nueva orden que regula los comedores escolares en la CAPV en el Parlamento de Gasteiz y que recientemente ha publicado el Gobierno Vasco. A pesar de la intención declarada de actualizar la normativa de 2000, hemos dejado claro que consideramos que esta propuesta no aborda las verdaderas necesidades ni refleja las demandas que las comunidades escolares llevamos años reivindicando.

Demandas históricas ignoradas

El nuevo texto ignora elementos clave que las comunidades educativas hemos solicitado reiteradamente, como la incorporación de modelos complementarios de gestión que convivan con la gestión directa, el reconocimiento del papel educativo de los comedores y la mejora de las condiciones laborales del personal. Aspectos esenciales, como la reducción de ratios, la formación para las personas trabajadoras y la eliminación de la burocracia que obstaculiza su labor pedagógica, no están suficientemente contempladas.

Además, la construcción de cocinas nuevas, una de las demandas más urgentes, sigue siendo una asignatura pendiente. Actualmente hay 50 centros escolares que llevan años esperando una respuesta, y el plan de infraestructuras 2019-2023, ya caducado, no ha sido sustituido por un nuevo plan.

Compromisos incumplidos 

En 2022, representantes del Departamento de Educación prometieron avances significativos, como la descentralización de la gestión, el uso de productos locales y de calidad, y la incorporación de un modelo más participativo. Sin embargo, estos compromisos no se ven reflejados en la nueva orden. Las familias y los colectivos que integran GPGA sienten que se ha perdido la oportunidad de responder a las necesidades actuales.

Un modelo que no avanza 

Para GPGA, esta orden debería ser una herramienta para transformar los comedores escolares en espacios que fomenten la sostenibilidad, la alimentación saludable y la participación de la comunidad educativa. Sin embargo, el texto propuesto se queda corto al no incluir medidas que aseguren un control más riguroso de las licitaciones, la incorporación de alimentos locales o la transformación del comedor escolar en un espacio pedagógico.

Los partidos que componen el ejecutivo (PNV-PSE) han dejado claro que esta orden puede modificarse, y por ello desde la oposición (EH Bildu) se ha afirmado que emprenderán diferentes iniciativas para que esta modificación pueda integrar las demandas de las comunidades escolares. Desde GPGA hemos dejado claro que esta orden “no solo se puede cambiar, si no que la vamos a cambiar”.

Desde GPGA seguiremos trabajando y alzando la voz para que se impulse un cambio real en los comedores escolares. Consideramos que no se trata solo de un servicio, sino de una oportunidad para educar en valores y construir un modelo alimentario más justo, saludable y sostenible para las nuevas generaciones.