Cada vez son más los proyectos que tienen como objetivo conseguir comedores más saludables y sostenibles en nuestro entorno. En esta ocasión nos hemos acercado a Debagoiena. Ainhoa Narbaiza Irizar es miembro de Ereindajan y dinamizadora de la plataforma de para abastecer a los comedores colectivos. Hemos hablado con ella para conocer el proyecto de Debagoiena.
– ¿Qué es EreindaJan?
Ereindajan es un proyecto de desarrollo y potenciación de modelos de consumo cercanos y socialmente justos. Estamos impulsando el modelo agroecológico y queremos dar un respiro a nuestro valle. El área de influencia es la comarca del Debagoiena y trabajamos sobre cuatro bases en los puntos de encuentro que tenemos en Bergara y Arrasate:
Autóctono: Para llevar a la práctica un modelo de consumo responsable, impulsamos el desarrollo local. Los productores del valle y los productos de calidad son nuestra base.
Saludable: Con la agroecología por bandera, cuidamos nuestros cuerpos y nuestras tierras. Trabajamos con productos de temporada y sin aditivos.
Justo: La relación entre personas productoras y consumidoras de Ereindajan es justa. Los precios son justos para los productores y productoras y razonables para las y los consumidores.
Cooperativo: El proyecto es colectivo: pensamos, construimos y decidimos entre todas y todos los usuarios. Participamos personas productoras, consumidoras y trabajadoras.
– ¿Cuál es el objetivo de la plataforma de comedores colectivos?
Desde Ereindajan de Bergara y dentro de la red de transformación Debagoiena 2030, hemos puesto en marcha la plataforma comarcal de abastecimiento de comedores. En estos últimos años, se ha trabajado mucho en la estabilización y fortalecimiento de los espacios de encuentro de tiendas, y hemos arrancado con el objetivo de dar un paso más en el consumo colectivo. Tiene objetivos similares a los de los puntos de encuentro de tiendas, y también potenciar la producción agroecológica de la comarca.
– ¿Cuál es el recorrido realizado hasta ahora?
El proyecto de los comedores comenzó hace 2 meses, pero estamos trabajando a una velocidad vertiginosa. Hemos compartido elproyecto con algunas asociaciones, entidades y colectivos de la comarca, además estamos recogiendo las necesidades de consumo y producción. Y por otro lado, estamos colaborando con otros proyectos del País Vasco con experiencia en el ámbito de la transformación de los comedores colectivos.
– ¿Cuáles son sus intenciones en este 2021?
Los objetivos principales son el diagnóstico, la sensibilización y la puesta en marcha de una experiencia de aprovisionamiento. Hemos dado el primer paso conectando el proyecto con las necesidades de la comarca, hemos hecho un pequeño proceso para ello, realizando una ronda de contactos y un diagnóstico. El siguiente paso será realizar una labor pedagógica de cara a la agroecología y educación alimentaria. Y por último, el diseño del sistema de abastecimiento. En la medida de lo posible y a pequeña escala, queremos poner en marcha una experiencia de aprovisionamiento.
– ¿Qué problemas prevéis?
Hemos identificado dos grandes complicaciones: por un lado, que la producción de la comarca es muy escasa, y por otro, que la normativa y las políticas públicas actuales no favorecen la gestión propia. Aunque nos gustaría que la cadena entre consumidores y productores fuera lo más corta posible, estamos seguros y seguras de que habrá complicaciones en el camino.
Al mismo tiempo, el de los comedores es un ámbito estratégico para dar la vuelta a otros muchos problemas. Por ello, nos parece importante que las instituciones locales pongan recursos y hagan una apuesta real hacia la soberanía alimentaria de la comarca.
– ¿Cuál es vuestra relación con los productores agroecológicos de la comarca?
Gracias al punto de encuentro de tiendas, mantenemos una relación permanente con las personas productores. También hemos compartido propuestas e inquietudes en torno a la realidad de la comarca y a este proyecto. A medida que el proyecto avance, estas relaciones se trabajarán más.
– ¿Y con los centros?
Todavía es pronto para decirlo. Algunas familias se han puesto en contacto con nosotros y nosotras, ya que en algunas escuelas el tema ya estaba de actualidad y lo han acogido con ilusión. Más allá del abastecimiento de comedores, se ha mostrado interés por incorporar el tema del modelo alimentario a la dinámica escolar.
– ¿Y con el resto de comedores colectivos?
Este proyecto no se ha realizado únicamente de cara a los comedores escolares. También se tendrá en cuenta el consumo en centros de trabajo y residencias. Todavía no hemos trabajado mucho, nos hemos puesto en contacto con todos para hacer una recogida de datos y más adelante haremos entrevistas.